lunes, 25 de mayo de 2015

[NOTA] Pablo Alborán en el Meo Arena: "Gracias, Lisboa. Soy para siempre vuestro"


Pablo Alborán regresó ayer a Portugal y actuó por primera vez en el  Meo Arena en un espectáculo de gran calidad a todos los niveles.

El cantante español, natural de Andalucía, regresó a Portugal en un espectáculo que forma parte del Tour Terral, su más reciente disco.

"Buenas noches, familia. Feliz por estar en Lisboa una vez más y por primera vez en el Meo Arena" dijo al saludar a un público en alboroto, aunque antes en un tema adaptó la letra diciendo "Te quiero, Lisboa" repetidamente.

Pablo demostró estar en excelente forma y demostró que Terral es un disco con influencias de todo el mundo. Además de los sonidos típicios de Andalucía, hay también influencias del Jazz, del Fado o del Tango.

En este disco, el cantante muestra que también sabe tocar el piano y la guittarra. En el cuarto tema se sentó al piano y en la primera balada de la noche hizo magia, fruto de una voz suave y de una delicadeza al piano que trasformó el instrumento en una extensió de su cuerpo y de su alma. Antes, interpretó tres temas cono sonidos pop que encendió de inmediato al público.

En el espectáculo, donde mayoritariamente el artista priorizó los temas de "Terral", hubo también tiempo para recordar algunos temas como "Perdóname" en el que Carminho subió al escenario para dúo absolutamente genial en el que las culturas de dos paises se cruzan en dos voces que se complementan a la perfección. En este tema participó también con su guitarra portuguesa, Luís Guerreiro, un músico para el cual ya faltan adjetivos debido a su calidad.

Carminho, que también interpretó un Fado donde se mostro a su nivel, es decir, con una tendencia a las notas altas, mostrando toda la fuerza de su voz y trasmitiendo lo que sólo el Fado consigue. La fadista está en 2015 en un excelente momento de su carrera.

"Volver a Empezar" fue como un muelle en los asientos, tanto fue el vigor que el público se levantó y comenzó a bailar. Antes, el cantante ya se mostró emocionado y diciendo que tenía "muchas ganas de volver a Lisboa", a un público al que trató como "família", utilizando este adjetivo muchas veces a lo largo del concierto.

Cuando se despidió por primera vez del público, fue "obligado" a un bis, en el cual interpretó un Fado de Carminho en un portugués casi perfecto y con una garra extraordinaria. Previamente había interpretado "Solamente Tú" de su primer álbum y que integró a la banda sonora de una novela portuguesa.

Tiempo entre otros temas para "Despídete" y "Vívela".  En uno de los temas, "Gracias" el público presente en el área vip, alzaron unas cartulinas que decían "Obrigado" y "Gracias" con  los colores de la bandera nacional y también los de España. Un momento bonito, patriótico y de cariño para un artista que varias veces mostró un gran cariño e interés por la cultura portuguesa

"Gracias, Lisboa. Soy para siempre vuestro" fueron las últimas palabras de Pablo a una multitud en pie que aplaudía efusivamente.

De este espectáculto también hay que destacar a los músicos que acompañaron al artista, que son de una sensibilidad extraordinaria. Son el soporte que hace brillar la voz del andaluz. La producción del espectáculo, a cargo de Warner Portugal, Warner España y Ruela Music es también para felicitar pues, además de un extraordinario espectáculo visual, el concierto no tuvo ningún fallo que fuese visible desde el público.

Una noche para recordar, tanto para Pablo Alborán, como para sus fans: se desecha el dicho popular "De España ni buenos vientos ni buenos casamientos". Que venga muchas veces más a Portugal, estaremos encantados de oirlo

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