viernes, 26 de junio de 2015

[ENTREVISTA] Pablo Alborán: «Me tomo las cosas con más calma y estoy aprendiendo a disfrutarlo»


Recién estrenados sus 26 años, Pablo Alborán (Málaga, 1989) se sube este sábado al escenario del Festival Latino, que este año celebra su décimo aniversario. Inmerso en su gira ‘Terral’, el artista malagueño hace parada en Valladolid «donde el público siempre me ha recibido de manera espectacular. Cada vez que he ido a Valladolid ha sido una pasada», recuerda el cantante, quien asegura que llega a la ciudad con el mismo espectáculo de la gira. «Yo me llevo a Valladolid todo el espectáculo». La noche del sábado comparte cartel con India Martínez, Vanesa Martín, Axel y el vallisoletano Raúl Olivar.

-¿Habrá algún dueto en el concierto del sábado?
-Me encantaría, ¿por qué no? Sería fantástico ya que vamos a estar en Valladolid todos juntos. He cantando con Axel en Argentina hace dos años; con Vanesa Martín diez mil veces porque la quiero, es mi amiga y somos malagueños; y también he cantando con India Martínez un par de veces. Compartimos público todos. Lo que tenemos que hacer en Valladolid es cantar los tres juntos.

-¿Alguna vez se imaginó llegar dónde ha llegado?
-He soñado mucho esto. Y sigo soñando con que se mantenga y que pasen otras muchas cosas. Lo soñaba desde que era chico.

-La primera vez que pisó un escenario fue hace cuatro años. Ahora, tres discos después, ¿qué recuerda de aquel momento?
-Los mismos nervios están. Estoy enamorado de todo esto. Yo tengo un gran respeto al público y ese respeto, y el hecho de no querer defraudar, implica nervios. Que la gente esté esperando mucho de ti o que te estén analizando con lupa, implica que uno esté nervioso. Por otro lado, estos nervios se parecen a los nervios del principio. ‘Qué va a pasar, esto de qué va, cómo funciona esto...’. Todo era nuevo. Ahora con esta nueva gira también me pregunto ‘qué va a pasar’. La novedad transmite respeto, aunque ahora me tomo las cosas con más calma y estoy aprendiendo a disfrutarlo. Es un privilegio poder trabajar en lo que te gusta y que te vaya bien.

-¿Cómo se prepara uno física y mentalmente para una gira con más de treinta paradas?
-Mentalmente siento mucha presión porque no sabes lo que te vas a encontrar, pero estoy superpreparado y tengo unas ganas que me muero. La gira por Latinoamérica fue como un entrenamiento. Tal y como están las cosas en España tener una gira como esta es un regalo, una pasada, y lo pienso disfrutar como un bebé. No sé cuándo vamos a poder volver a hacer una gira así. ¿Físicamente? Hay que comer bien y dormir mucho, y eso es difícil. Se duerme poco.

-No se cansa de repetir que lleva una vida normal, que para nada se siente una estrella. ¿Lo repite por miedo a que se le despeguen los pies de la tierra?
-No lo he hecho y no lo haré jamás, pero a mí me encantaría meter una cámara en mi casa para que la gente vea que cuando me quito los zapatos, me huelen los pies como a todo el mundo. Hay una normalidad en mi vida que yo necesito tener y que lucho por tenerla. Yo salgo con mis amigos y tengo mi vida. Tengo 26 años y tengo que vivir. Otra cosa es que me vuelve loco mi trabajo y soy hiperactivo. Me acuerdo una vez que me dijeron hace dos años: ‘Te están explotando los de la compañía discográfica’. Y yo pensé para dentro: ‘El que los está matando soy yo que no paro y no digo que no a nada’. No sé decir que no.

-¿Algo habrá que le gustaría hacer y no puede?
-Me gustaría ir a la playa. Eso sí me cuesta un poco más. Es complicado. No vas a sitios muy concurridos pero voy a los restaurantes que iba antes, voy al cine que he ido siempre y, obviamente, si quieres que te vean te ven y si no quieres que te vean a veces lo intentas y a veces se puede. Paso como un ciudadano más. A veces se nos olvida que sí se puede.

-Alguna vez ha dicho que le costó aprender a querer a Pablo Alborán, ¿qué no le gustaba?
-Para mí Pablo Moreno y Pablo Alborán son el mismo, no me gusta hablar en tercera persona, pero sí que es verdad que toda esa presión que implica ser el objetivo de todas las miradas es duro. Estás haciendo un disco, y todo el mundo espera lo mejor de ti; haces una gira, y todo el mundo espera un ‘show’ que te mueres... Ya le he dicho a mi equipo que si el año que viene la gira tiene que ser solo con tres focos, no pasa nada, lo importante es que tiene que ser igual de espectacular. Lo que no puede ser es que cada vez nos pongamos metas más grandes.

-¿Y ya ha conseguido llegar a querer en este tiempo a esa parte de su ‘yo’ artista?
-Sí. Los artistas tenemos que querer todos la profesión en sí, que es maravillosa, y cuidarnos de que tampoco se nos vaya la pinza.

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